Para nosotros, nuestra historia es tan bonita y extensa como los paisajes de Estados Unidos, y hoy te la contaremos.

Empieza con lo que tienes:

Esta larga historia, comenzó en el año de 1914, en Akron, Ohio, cuando los cuñados John F. Schaefer y Claude E. Hart montaron una empresa de reparación de neumáticos. Sabían que no sería fácil, ni tendrían éxito inmediato, pero de vender parches y pegamento, pasaron a comprar The Giant Tire & Rubber Company, una empresa de reconstrucción de llantas.

Después de tres décadas de esfuerzo y constancia, en 1946, la compañía cambió de nombre a Cooper Tire & Rubber Company. Catorce años después, en el año de 1960, Cooper era ya una empresa de carácter global, tomada en cuenta para la Bolsa de valores de Nueva York debido a que se convirtió en una corporación con participación pública.

Un sueño global:

El pequeño sueño de los dos cuñados crecía cada vez más y su siguiente meta se convirtió en llegar a ser una compañía global.

Durante el año de 1983, Cooper apareció en el radar de Fortune, la revista global de negocios conocida por enlistar las compañías con las mejores ganancias, quien le otorgaría un lugar en la lista de las 500 marcas industriales más grandes de los Estados Unidos.

Para ese entonces, Cooper ya no era solamente una marca, sino una fuente de inspiración para los pequeños negocios y un ejemplo de evolución constante.

Las últimas décadas de Cooper Tires:

Para 1990, después de 76 años, Cooper llegó a contar con 50 fábricas en nueve países distintos. El límite impuesto por la zona geográfica ya no representaba un impedimento para crecer. Cooper se convirtió en una marca global.

En la actualidad, Cooper es una de las compañías más importantes dentro de la fabricación de neumáticos en todo el mundo. Cuenta con un centro de prueba y nueve plantas de fabricación en América del Norte, Europa y Asia, pero lo más importante, nunca han perdido su espíritu de servicio.